“Descubrí que la Sabiduría es superior a la necedad, como la luz es superior a las tinieblas; El sabio tiene los ojos en la cabeza, mientras que el necio camina en tinieblas.” (Kohelet 2:13-14)
En la porción de esta semana, Shelaj Leja שְׁלַח-לְך (Envía para ti) es una porción que expone los temas de los 12 exploradores de la tierra, su informe, y las consecuencias de su informe, que se reduce a vagar durante 40 años en el desierto y a la sentencia de muerte a los menores de 40 años, a excepción de Josué y Caleb. Al final se establecen las instrucciones referentes a los Minjot (ofrendas de harina, vino y aceite), dl precepto de consagrar parte de la masa (jalá) a Dios cuando se hornea el pan; asimismo, nos cuenta la historia de un hombre que es castigado con la pena capital por violar el Shabbat al cargar unas ramas; y al final nos ordena la instrucción de colocar en las vestimentas de los hombres los tzit tzit para recordar las mitzvot.
Podríamos profundizar en cada tema, pero al alejarme y estudiar la porción, descubrí un tesoro que quiero compartir. En los llamados evangelios se dice que Yeshúa en diferentes momentos dijo: “El que tiene oídos para oír, que oiga” (por ejemplo, en Mateo 11,13; Lucas 8). Pero, realmente a quién se refería y porqué hablaba sobre algo tan básico, ¿acaso a quién Dios le ha otorgado los sentidos, no escucha? ¿no mira? Es más, ¿no es redundante su mensaje?
Hoy en día, la psicología y la medicina encargada de estudiar la neurología y los sentidos han introducido un concepto llamado: “Percepción e interpretación” la cual es única para cada cerebro humano. Para dar un ejemplo simple, hay un dibujo famoso de la Gestalt que nos muestra en una figura a una mujer y a una anciana en el mismo dibujo, cuando se pregunta, ¿qué observa primero? Mucha gente observa una parte del dibujo, y su respuesta es correcta, aunque parcialmente. Lo mismo sucede con los colores, la luminosidad, los sonidos, etc. Esto no es ni bueno, ni malo. De una realidad, todos podemos interpretar algo. Como solía decir nuestro RANEBI “dos judíos, tres opiniones”.
Siguiendo este pensamiento, vamos a movernos ahora a Mishlei, 26:4-5, el cual dice: “No respondas al necio según su necedad, no sea que incluso tú llegues a ser como él” (v.4) y el verso siguiente dice “Responde al necio conforme a su necedad, Para que no se estime sabio en su opinión.” (v.5). Pero ¿no es una contradicción? Por un lado, dice: “No le contestes”, pero inmediatamente me dice lo contrario, ¡contéstale! ¿acaso Shlomo no vio esta contradicción? En todas estas aparentes contradicciones hicieron que en el tratado de babilonia Shabbat 30b los sabios discutieran este tema e incluso quisiera eliminar del Tanaj a este libro. Cito textualmente: “Esto no es difícil, ya que cuando uno debe responder a un tonto, se refiere a un caso en el que el tonto está haciendo afirmaciones sobre asuntos de la Torá; mientras que aquello, cuando no se le debe responder, se refiere a un caso en el que el tonto está haciendo afirmaciones sobre asuntos mundanos.”
¿Te puedes imaginar si no hablamos cuando un necio empieza a hablar de Tora enseñando a otros algo errado? Por ejemplo, he observado hablando gente sobre la inclusión sexual dentro de comunidades, a tal punto que es bien visto aceptar que existan casamientos homosexuales cuando esto va en contra de la Torá y del diseño del Eterno. No me considero homofóbico, ni menos promuevo el odio hacia el prójimo porque estaría en contra de la Torá, pero ¿es el diseño original de Dios para que dos personas del mismo sexo se unan? ¿pueden reproducirse, multiplicarse? En estos casos, es importante hablar, y no quedarse callado. Al menos debemos iluminar como aprendimos la semana pasada con la Menorá, debemos alumbrar.
El Rabino Avi Olitzky menciona tres principios por los cuales debemos hablar, primero, para instruir al necio; segundo, para no desviar a otros hacia un error; tercero, dejar las cosas claras (como son) en el universo de la Torá.
Por otro lado, también nos indica que hay asuntos que no merecen nuestra atención y no debemos gastar energías y fuerzas en esforzarnos sobre dichos asuntos, por ejemplo, “Yo soy de Bibi y el otro dice yo le voy a Gantz” o “voy con los Lakers por sobre los Celtics” “para hacer dinero lo mejor es hacer esto o aquello”. Estos temas carecen de sentido, pero aún así, hay personas que comienzan discusiones por partidos políticos, equipos de deporte, o por otros temas que no valen la pena desgastarse.
Sin embargo, aún, no hemos llegado al asunto central, ¿quién es sabio? ¿quién es necio? Según el Tanaj, hace varias distinciones entre lo uno y lo otro, excluyendo las imágenes y conceptos del otro al mismo tiempo. Dice queriendo explayar el tema:
- Salmos 14:1; 53: 1 “El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, han cometido injusticias abominables; no hay quien haga el bien”.
- Jeremías 4:22 “Porque mi pueblo es necio, no me conoce; hijos torpes son, no son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, pero hacer el bien no saben”
- Jeremías 5:4 “Entonces yo dije: Ciertamente estos {sólo} son gente ignorante, son necios, porque no conocen el camino del SEÑOR {ni} las ordenanzas de su Dios.
- Salmos 92:6 “El hombre torpe no tiene conocimiento, y el necio no entiende esto”.
- Jeremías 10:8 “Mas ellos a una son torpes y necios en su enseñanza de vanidades, {pues su ídolo} es un leño”.
- Jeremías 10:14; 51:17 “Toda la humanidad es necia, falta de conocimiento;”
- Isaías 32:6 “Pues el necio habla necedades, y su corazón se inclina hacia el mal, para practicar la impiedad y hablar falsedad contra el SEÑOR, para mantener con hambre al hambriento y para privar de bebida al sediento”.
- Proverbios 10:23 “Como diversión es para el necio el hacer maldad”
- Proverbios 29:11 “El necio da rienda suelta a su ira”
- 1 samuel 13:13 “Y Samuel dijo a Saúl: Has obrado neciamente; no has guardado el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te ordenó,”
- Proverbios 10:8 “El sabio de corazón aceptará mandatos, más el necio charlatán será derribado”.
- Proverbios 1:22 “¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento?”
- Proverbios 5:23 “Morirá por falta de instrucción, y por su mucha necedad perecerá.”
- Proverbios 12:15 “El camino del necio es recto a sus propios ojos, más el que escucha consejos es sabio”
- Proverbios 18:6-7 “Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes. La boca del necio es su ruina, y sus labios una trampa para su alma”.
- Proverbios 10:18 “El que oculta el odio {tiene} labios mentirosos, y el que esparce calumnia es un necio”.
- Proverbios 14:9 “Los necios se mofan del pecado, pero entre los rectos hay buena voluntad”.
- Proverbios 23:9 “No hables a oídos del necio, porque despreciará la sabiduría de tus palabras.”
- Proverbios 20:3 “Es honra para el hombre eludir las contiendas, pero cualquier necio se enredará en ellas.”
- Proverbios 15:2 “La lengua del sabio hace grato el conocimiento, pero la boca de los necios habla necedades”.
- Proverbios 14:7 “Apártate de la presencia del necio, porque {en él} no discernirás palabras de conocimiento”.
- Proverbios 28: 26 “El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que anda con sabiduría será librado”.
- Proverbios 14:16 “El sabio teme y se aparta del mal, pero el necio es arrogante y descuidado”.
- Proverbios 14:8 “La sabiduría del prudente está en entender su camino, mas la necedad de los necios es engaño”.
- Proverbios 18:6 “Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes”.
- Proverbios 17:25 “El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura para la que lo dio a luz”.
- Proverbios 19:13 “El hijo necio es ruina de su padre, y gotera continua las contiendas de una esposa”.
Creo que estos versos no bastarían leerlos una sola vez, y de cada uno de ellos podríamos sacar un mensaje, pero tienen en común lo siguiente: “El necio no cree en Dios, son corruptos (no necesariamente sucios, sino que su mente está llena de varias ideas alejadas de la Torá); son injustos, es decir, no guardan los mandamientos; no hacen o practican lo bueno; no tienen conocimiento (no saben de Torá ni una relación personal con el Eterno); no son inteligentes, en el sentido de no practicar cosas que le produzcan vida; son astutos para hacer el mal; son ignorantes; no entienden que son necios; enseñan vanidades; hablan lashon hará; se inclinan al mal; generan disputas, contiendas y hasta golpes; es arrogante, puesto que es recto según sus ojos; esparce calumnia; se mofan de sus pecados; desprecian la sabiduría; les gusta vivir en pleitos; confían en sí mismos; son descuidados, son engañosos; traen amargura a sus padres, esposas.
Si leemos cuidadosamente, me preguntarás, y ¿qué de todo esto con nuestra parashá? Pues tiene que ver todo. Si leíste bien, describe la vida de dos tipos de hombres en la vida práctica, los necios (10 espías y la gente que los escuchó) y los sabios (Josué, Caleb). Si leemos previamente, Dios había decretado que la tierra era de ellos, esto jamás debió entrar como una duda en la mente de esta generación, su pensamiento debió de ser independientemente de lo que vieron: “Dios dijo, y lo hará”. Sin embargo, agregaron necedad a su reporte trayendo contiendas, dudas de la existencia del Único, fueron ignorantes, hablaron de su percepción de su realidad, esparcieron calumnia, confiaron en ellos, hablaron necedades (vamos a Egipto de regreso), etc. Y los sabios Josué y Caleb tuvieron que intervenir para rebatir (como Mishlei dice) para decir: “Si Dios está de nuestro lado, venceremos” (14:7-9). Es decir, refutaron al necio, y luego callaron (siguiendo la idea de Mishlei).
Quisiera cerrar con lo siguiente, en el 13:2 dice “Envía para ti hombres para que exploren (turu) la tierra de Canaán, Shlaj-leja anashim veyaturu et-erets Kena’an asher-ani noten livney Yisra’el.” La palabra explorar es Turu תֻ֨רו que deriva para este día “tour”, y en el verso 15:39 nuevamente utiliza esta palabra cuando dice: “ Y será para vosotros por tzitzit (borla); y lo veréis y os acordaréis de todos los mandamientos del Eterno, y los cumpliréis; y no erraréis yendo tras (explorando minuciosamente –“turu”) las codicias de vuestros corazones y de vuestros ojos, en pos de los cuales vosotros andáis errando, Vehayah lajem letsitsit ur’item oto uzejartem et-kol-mitsvot Adonay va’asitem otam velo-taturu ajarey levavjem ve’ajarey eyneyjem asher-atem zonim ajareyhem”. Al conectar todo, la necedad nace por ir tras la codicia del corazón y del ojo. Dios les permitió que exploraran la tierra, no que opinaran si era viable entrar o no a la tierra prometida. Este es un llamado a que debemos recordarnos continuamente que no todo lo que percibo e interpreto es cierto, porque es engañoso el corazón (la mente), y parte del engaño es la ilusión de no ver claramente de este mundo (olam).
Mi oración es que se cumpla la profecía de Isaías, cuando dijo en el 32:7-9 “No se nublarán los ojos de los que ven; prestarán atención los oídos de los que oyen. La mente impulsiva comprenderá y entenderá, la lengua tartamuda hablará con fluidez y claridad. Ya no se llamará noble al necio, ni será respetado el canalla.”
Shabbat Shalom
Mauricio Quintero