28 Tammuz
¿Cuál es la Fuente de Agua Viva?
En la Haftará de esta semana leemos: “Dos son los pecados que ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, fuente de agua viva, y han cavado sus propias cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”. (Jeremías 2:13)
Me recuerdo en una experiencia vivida en mi juventud en donde aprendí esta lección en carne viva, era el año de 1990 aproximadamente, y en esa oportunidad estábamos en una región montañosa de nuestro país llamado Chalatenango, específicamente en La Palma. Tenía unos 14 años y dentro de las actividades que realizamos, me pusieron a cavar una cisterna a la par de un río llamado San Ignacio por donde corría agua limpia y abundante. Bajo el sol nos dieron la instrucción en un campamento de cavar una cisterna a unos metros del río para guardar agua. Luego de unas 3 horas de mucho trabajo logramos cavar un agujero de aproximadamente 1.5 metros de profundidad y unos 80 centímetros de diámetro, rellenado con piedras y tierra blanca.
Al concluir la cisterna nos instruyeron que lo llenásemos de agua. En mi inocencia, credulidad y un poco de arrogancia de que lo que había construido estaba correctamente diseñado por mí, pensé que al comenzar a tomar baldes con agua del río y depositarlos en mi “cisterna” generaría un jacuzzi. Mi sorpresa fue que, a pesar de que moví al menos unas 20 baldadas de agua, jamás logré llegar ni siquiera a mantener en mi cisterna 50 cms de agua retenida, porque todo era absorbido por la tierra. Por mucho que me afané, me esforcé, me estresé y declaré en fe, jamás funcionó, porque no tenía selladores ni concreto para reforzar la cisterna. Lo más impactante de todo para mí fue que seguí instrucciones a ciegas, jamás me pregunte, ¿necesitaba realmente construir una cisterna sí tenía un río hermoso a la par para beber agua, bañarme y disfrutar? Los frutos de mi trabajo fueron: esfuerzo en vano, lodo y agotamiento, como dicen los psicólogos un burn-out.
Al leer nuestra porción, es exactamente lo que logro percibir, y lo conecto con el mandamiento que nos instruye: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. (Ex. 20:3)” O como dice más adelante el mandamiento que nos pone los pies en la tierra: “No cometerás adulterio” (Ex. 20:14). ¿Qué significa realmente todo esto? Es suplantar y amar lo falso, por lo verdadero.
En esta porción, a Israel se les da una instrucción bien clara sobre Midián, debían destruir sin compasión a todos para ejecutar una venganza muy especifica del Eterno sobre este pueblo, debido a que habían provocado la muerte de muchos israelitas en un odio sin sentido, en un odio gratuito sólo por el deseo de hacer daño. Sin embargo, ¿qué hace Israel? Suplantar a su conveniencia las palabras del Eterno. Ellos al final decidieron ser más sabios que el Boré Olam, y sólo ejecutaron a los hombres, dejando vivos a las mujeres y niños, provocando la ira de Moshé. A pesar de que al final ejecutaron la orden como reacción a la ira de Moshé, es claro que en su mente pensaron en guardar a su conveniencia a los cautivos.
Luego, leemos acerca de cómo Rubén y Gad se acercan a Moshé para hacer una petición de morar fuera de lo que era Israel ya que la tierra que habían tomado era buena a sus ojos para el ganado (32:5), y era tanto su amor por el bienestar económico que en el 32:16 expresa: “Entonces ellos se acercaron a él y le dijeron: Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado (asunto prioritario) y ciudades para nuestros hijos (asunto secundario),” claramente demostrando cuáles eran sus prioridades, los corrales estaba por sobre sus hijos, algo que Moshé les corrige en el 32:24 cuando dice: “Edificaos pues ciudades para vuestras familias y corrales para vuestros rebaños, y haced lo que habéis prometido”. Acá nuevamente vemos cómo las posesiones económicas y físicas que no nos llevaremos a la eternidad se convierten en un “sustituto” de lo real, de lo duradero en nuestras vidas. Hoy en día, la sociedad mide la prosperidad en términos de activos y en términos de vanidad, y lo peor de todo, es que lo que parecía correcto a los ojos de los príncipes de estas tribus en ese momento presente, jamás llegaron a dimensionar de que el hecho de vivir fuera de la tierra prometida los haría vulnerables, y que serían las primeras tribus en ser llevadas cautivas como leemos en 1 Crónicas 5:26 durante el exilio de Asiria, perdiéndose hasta hoy como tribus de Israel. Tal vez hoy pensemos que un negocio será bueno, o que no sembrar el temor al Cielo es lo mejor para nuestros hijos, pero ¿logramos ver el futuro si esto es lo mejor para nuestras generaciones futuras? También, es un asunto de rechazar lo que Dios nos da. Leímos en Bereshit que ir tras nuestros ojos no es lo mejor como sucedió con Lot. Él escogió lo que a su vista y conveniencia en corto plazo era mejor para él, pero ¿cómo termino? En la destrucción de su familia, en incesto y en la creación de Moab y Amón.
Leemos en el siguiente capítulo 33:55 “Y si no desterráreis a los moradores de la tierra de delante de vosotros, entonces sucederá que aquéllos que dejáreis de ellos os serán como clavos en vuestros ojos y como cerca de espinas en vuestros costados; y os angustiarán en la tierra en donde habitarán.”Nuevamente, caemos en el humanismo y el relativismo de hoy en día, en donde todo es del todo bueno ni malo, somos “tibios” en nuestros pensamientos y actuaciones influenciados especialmente por ideas socialistas humanas. Israel no quiso desterrar luego de ingresar a la tierra prometida a todos sus habitantes, y leemos como realmente fueron clavos en sus ojos durante la época de los jueces hasta hoy en día. Nuevamente surge otros “sustitutos” de las órdenes del Eterno, pasando de desterrar a “aceptar, tolerar la diversidad, igualdad, respeto, asertividad y empatía”. Desterrar no equivale a asesinar, equivale a que la tierra prometida es una tierra que se gana, no con dinero, sino con forma de vida. Ejemplos de esta sustitución lo vemos en diferentes actores en la biblia, como el rey Shaul, Acán, Lot o Esav. Todos terminaron mal.
Lamentablemente hoy en día nuestra sociedad nos enseña a cavar cisternas, que parecen bonitas, hermosas, y que tienen sentido en corto plazo, sustituimos la sabiduría Eterna por la sabiduría creada por el hombre, sustituimos a la familia por placeres pasajeros (quizá por ello hay tanto divorcio y separación de hogares), aprendemos a no desterrar aquello que nos perjudica como individuos sino que vivimos en un continuo presente de humanismo, tolerando aquellas prácticas que al final nos afectan como personas individuales, hablo de corrupción, libertinaje sexual, hacer votos que no cumplo haciendo que mi palabra no valga nada, codicia, entre otros males. Un adicto no se volvió adicto de la noche a la mañana, inicio tolerando, aceptando prácticas que no puedo imaginar o ideas que son contrarias a la Tora.
¿Estamos cavando pozos en donde no hay sentido? Hay una fuente de agua viva continuamente disponible, como dice Isaías 55:1 “Todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin costo alguno.” ¿cómo compramos? Con esfuerzo y méritos de vivir los mandamientos y de no sustituir lo verdadero por lo falso. ¿Cuál es la fuente de agua? La Torá, que es inspirada por el deseo del Eterno de comunicar Su voluntad a la raza humana. Nosotros elegimos cavar nuestros pozos o sumergirnos en los aguas de vida Eterna disponible gratuitamente para cada uno de nosotros.
Jazak, Jazak, Venitjazek. Se fuerte, se fuerte, se fortalecido.
Shabbat Shalom
Mauricio Quintero